08.03.2011 - No puede decirse que el plan de Arsenal adolecía de sentido común. Llegando al Camp Nou con ventaja (2-1), atajar al Barça con una férrea línea de volantes no se presentaba incoherente. Pero el sentido común y toda la voluntad no alcanzan contra Barcelona: el plan de Wenger (Arsenal) duró 5 minutos. Desde entonces se jugó en campo visitante con una posesión local de más del 70%.
Con todo, un Barça diezmado en su última línea (Piqué + Puyol ausentes) no lograba abrir la cuenta, los minutos pasaban y los apostadores se relamían.
No podía ser de otra manera: dos genialidades concatenadas rompieron el cerco inglés (´48): Iniesta en cortada para Messi que hace una maravilla (inclasificable) en una baldosa para dejar desairado a Szczesny (1-0). El gol fue gritado (casi) con furia…
Con Barcelona clasificado, el segundo tiempo se abrió como un clásico tiki tiki, floreo catalán sobre impotencia inglesa. Pero una pelota suelta terminó en córner y Sergio Busquets (improvisado líbero) cabeceó a su propia valla venciendo a Valdés (1-1).
Los soccer odds volvían a arder. El empate multiplicaba (x5) las apuestas y ahora Barcelona necesitaba dos goles para pasar directamente a la próxima fase.
Entonces pisó el acelerador (la ingenua expulsión de Van Persie casi no incidió) y en pocos minutos (Xavi ´69 y Messi ´71 de penal) el Camp Nou volvió a estallar en aplausos.
Barcelona pasa a cuartos de final humillando a Arsenal, sin permitirle siquiera hacer su propio gol del honor.
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